Me cito en la playa, lugar en el que solía estar yo, pero ese día me sentía muy bien conmigo mismo como para ir a ese lugar de males... Pero allí me presente puntual a mi cita, él estaba allí, demasiado serio para él...
-¿Qué pasa? ¿Por qué me has llamado?- Pregunte algo preocupado al verlo tan serio...
-Te he engañado, yo no soy feliz en el amor, he intentado darte este puesto para por fin poder ser feliz y estar con esa persona que tanto quiero...- Dijo con voz ronca.
-¿Por qué has echo eso?- Dije medio cabreado.
-Por que no sabes lo que duele ver que quiere irse con él, que ya no me mira con los mismos ojos, ver como él le saca una sonrisa que yo no puedo sacar, ver como él le da la felicidad, ver como él le abraza y yo no puedo, ver como en sus sueños no aparezco, ver como en todo lo que escribe, piensa o habla tiene referencia a él, ver como quieres estar bien con esa persona pero solo quiere estar con él, ver como todo lo que puedo hacer es mirar y asimilar, ver...
Mientras decía estas palabras iba haciéndose mas joven y su alas de ángel se cayeron de su espalda, y me dijo que si quería estar con alguien, ser cupido no era la mejor opción, cogí esas alas y me las puse a la espalda, rompí las reglas, me fui con quien amaba, y deje que en el amor la gente se equivocara, pero siempre pensé que si algún día el amor me haría tanto daño como para envejecer como él...
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