Los vientos.

Amaneció oscuro, tormentoso, ya el mismo tiempo decía que no iba a ser un buen día, y él volvió aparecer en mi habitación sin avisar...

-Buenas, vengo a preguntártelo una vez más ¿quieres sucederme?

-Yo no sé nada del amor, soy pésimo, no sé ni solucionar mis problemas de amor... -Dije desanimado.

-¿Cuáles son tus dudas? Yo soy un experto en eso del amor. -Dijo riéndose.

-Si fueras un experto no juntarías a parejas que al principio todo vaya de lujo y luego todo se pierda.-Dije con cara de haber ganado.

-¿Qué tiempo hizo ayer?

-Soleado, ¿por qué? ¿Qué tiene que ver el tiempo con lo que te dije?- Pregunte asustado.

-¿Como amaneció hoy? -Dijo con una sonrisa de tranquilidad.

-Nublado, enserio no te entiendo.

-¿Y ahora?- Puso cara de tener preparado algo que decirme para contestar.

Me asome a la ventana, y de repente hacia sol, ni una sola nube en el cielo, no entendía nada, ¿tanta magia tiene cupido?

-¿Cómo has echo que haga sol?- Dije asombrado.

-Yo no hice nada, lo hizo el viento, al igual que pasa con las parejas, todas las parejas valen, y cierto es que todo empieza muy bonito y luego se tuerce, pero solo los que saben cambiar el viento cuando las cosa se tuercen podrán ver el sol, y si ellos lo dejan, yo les volveré a dar otra oportunidad con otra persona.

Desapareció sin más, y una vez mas me dejo con un día por delante para reflexionar...