Cuando era pequeño tenia miles de juguetes, pero tenia uno con el que jugaba siempre. Un día salí con ese juguete a la playa a jugar, jugué y jugué con el, pero de tratarlo tan mal unos de sus brazos se partió, yo indignado me puse a llorar sin parar, pero un caballero que pasaba por allí se paro, y me pregunto:
-¿Qué te paso joven niño?
-A mi muñeco se le partió el brazo..- dije llorando.
-Arregla lo ahora que puedes, por que si lo dejas y lo dejas se romperá mas, pero si lo arreglas y lo tratas con mas cuidado, te durara toda la vida.
-Gracias.
En ese momento no entendí el verdadero sentido de la frase, pero ahora que soy mayor lo e llegado a entender, y por ello intento rectificar lo antes posibles mis errores y cuidar lo que verdaderamente quiero.
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