Tan solo tenia 9 años cuando todo paso, mi padre volvió de trabajar y como siempre beso a mi madre en la mejilla, y me dijo, ¿qué haces enano? yo sonreí y mi padre me devolvió la sonrisa, pasaron las horas mientras yo jugaba con mis coches preparando un gran atasco del cual nadie podría salir, mi madre entro en la habitación y me dijo:
Cariño vamos a la mesa que esta la cena- dijo sonriendo.
Me levante y me fui para el comedor, una vez todos sentados en la mesa, mi padre como de costumbre nos pregunto que tal nos había ido el día, pero no me dio tiempo a contestarle cuando pegaron a la puerta, era la policía venían en busca de papa, yo le pregunte a mama que adonde lo llevaban, pero mama solo me dijo que luego volvería pronto, paso el tiempo y no volvía, por lo que decidí preguntarle a mama que donde estaba papa, ella con lagrima en los ojos me llevo frente a una muralla, y me dijo:
Tras esa muralla esta papa-Ella rompió a llorar.
Yo no entendía nada, pero todos los días iba a esa muralla con una carta en la mano en la que le decía lo mucho que lo quería y lo echaba demenos, paso el tiempo pero no obtenía respuestas, asta un día que vi una carta en el lugar donde yo las dejaba, corrí y la abrí con gran ilusión, ponía te quiero hijo.
Actual mente tengo 55 años y se que mi padre fue asesinado en un campo de concentración por que era judío, aun me sigo preguntando quien me escribiría esa carta, pero quien lo hiciera me hizo sonreír por mucho tiempo.